Después del éxito de Big Little Lies, Reese Witherspoon parece estar lista para entrarle en grande a la televisión con dos nuevas series y, claro, la siguiente temporada de Big Little Lies.
Es cierto que todos los buenos actores se están mudando a la televisión. Apenas el año pasado Reese Witherspoon probó las mieles del éxito televisivo con Big Little Lies de HBO; y luego de ver el show (que también produjo) triunfar en el Emmy, los Golden Globes y los SAG, parece estar decidida a montar una casa de verano en la pantalla chica y ya tiene elegidos sus próximos proyectos.
El primero de ellos es, por supuesto, la segunda temporada de Big Little Lies que, a pesar de haber comenzado bajo la insignia de mini-serie, fue tan bien recibida por el público que ahora la historia se ha extendido y ahora hasta incluye a Meryl Streep entre su elenco. Sobra decir que Reese va a regresar para volver a interpretar el papel de la neurótica Madeline -que amamos demasiado.
Pero las sorpresa es que tiene ya planeadas series al lado de Jennifer Aniston y Kerry Washington.
Con Jennifer Aniston estará haciendo pareja para Apple con una serie original acerca de dos conductoras de programas matutinos que entran en una desatada competencia; Apple le tiene tanta fe a este drama que ya lo aprobó para dos temporadas antes siquiera de haberlo estrenado.
También para Apple, Reese estará produciendo una comedia (en la que no aparecerá como actriz) que supuestamente será protagonizada por Kristen Wiig.
Con Kerry Washington, sin embargo, estelarizará en la adaptación de la novela Little Fires Everywhere, sobre la adopción de un bebé chino que pone de cabeza a la comunidad adinerada de Shaker Heights en Ohio. La protagonista de esta historia es una mamá soltera llamada Mia, aún no se sabe si será Reese o Kerry la que interprete este papel.
Y ya entrados en gastos, ¿sabían que próximamente habrá un episodio crossover entre la serie de Kerry Washington, Scandal y la de Viola Davis, How To Get Away With Murder? En Estados Unidos ya salió al aire. Olivia Pope y Annalise Keating unieron fuerzas para derrotar a un sistema judicial fallido.