A pesar de lo típico de su tema: un hombre está desesperado por encontrar a la hija que desapareció una noche y jamás regresó a su casa, la mini serie Safe se aleja de lugares comunes y termina siendo una experiencia ligera, entretenida y menos oscura de lo que te imaginas.
Tanto que extrañábamos a Michael C. Hall en televisión luego del final de Dexter. El actor está de regreso ahora como el padre de dos, desesperado por encontrar a la hija que tiene perdida y por navegar una comunidad que hasta el momento creía conocer pero que poco a poco va descubriendo que está repleta de secretos.
La producción de Canal + (de Francia) con Netflix, a pesar de mantener un buen nivel de suspenso en el aire, jamás en realidad recurre a recovecos oscuros o densos, como series del estilo -llámese una Dark o Top of The Lake- tienden a usar cuando tópicos de muertes y desapariciones adolescentes las mueven. Safe nunca se despega de un lugar francamente ligero y hasta se da el lujo de involucrarse en situaciones más comediosas de vez en vez, sin perder de vista el misterio al centro de su historia.
Todo comienza cuando Jenny, la hija mayor de 16 años de Tom Delaney (Michael C. Hall) asiste a una fiesta de la cual no sólo no regresa, pero además, a la mañana siguiente, su novio es encontrado muerto en la alberca. Su ausencia provoca que su padre (que encima acaba de perder a su esposa) comience una franca campaña de búsqueda que le daría batalla a cualquiera de Liam Neeson, excepto que Tom no es un sujeto entrenado con habilidades militares, pero un papá de familia promedio que no tiene idea de en qué se está metiendo y en el proceso incluso hace tropezar a la policía que está tratando de ayudarlo más que cooperar con ella.
Además del gran retorno de Michael C. Hall a la pantalla chica, que como Tom Delaney se da el lujo de no caer en lugares drameros y agresivos, pero de buscar en su personaje un lado más paciente y armonioso con el cual se empaliza facilísimo, la serie se rodea de un cast de lo más variado que puede incluir a una Amy-Leigh Hickman como Sia (la dealer, niña popular de la escuela que mete a sus papás en un embrollo por armar una fiesta en secreto de la cual tienen que acabar sacando a un cadáver de la alberca para esconderlo en la nevera en escenas francamente de risa) como a una Audrey Fleurot en el papel de Zoe (además de ser profesora y la mamá del niño muerto, ella tiene por resolver la incógnita de quién la está tratando de engatusar en una acusación que tiene a la policía investigando si es verdad que se ha acostado con un alumno, y su papel es mucho más dramático).
Safe presenta a una variedad de coloridos personajes y un misterio que hasta el último minuto te tiene tratando de adivinar qué es lo que está pasando en este pueblo inglés y cómo es que Jenny y la esposa recién fallecida de Tom Delaney están involucradas con un secreto que claramente es de vida o muerte para los involucrados. Una serie que entretiene, pero no desgasta y que es sencillísimo bingearla, más ahora que Netflix ha estrenado casi toda la temporada (porque por ahora han ido lanzando uno a uno los capítulos -estilo Luis Miguel- cada jueves).
Estás en perfecto momento de agarrarla y disfrutar del sentido del humor, misterio y urgencia de los ingleses que otras series como Sherlock o los mismos libros de Agatha Christie nos tienen bien presentados.