El mexicano Sebastián Treviño estrena su primera obra de texto Off-Broadway con el personaje que inspiró al Stanley Kowalski de Brando.
En la calle 42, pegadito al distrito teatral de Broadway en Nueva York, el actor mexicano Sebastián Treviño está presentando una obra de teatro, inspirada en varias de las personas que hicieron posible A Streetcar Named Desire en 1947, que de hecho estrenó a unas cuántas cuadras de donde él está, en la 47, en el Ethel Barrymore Theatre.
La obra es «Kowalski», una ficción en la que el escritor Tennessee Williams y el actor Marlon Brando toman la escena para regresar a un momento de la historia que configuró un cachito de lo que A Streetcar Named Desire terminó siendo para la posteridad. La puesta en The Duke se une a varias actualmente en Nueva York con representación mexicana: Gypsy, Real Women Have Curves, el tour de SIX, y más, y se convierte en la primera para Sebastián Treviño Off-Broadway y de texto, luego de que se hubiera probado ya en varios musicales en Estados Unidos, entre ellos, On Your Feet e In The Heights.
Así que aprovechamos la oportunidad para ponernos al día con Sebastián Treviño y platicar con él sobre esta nueva aventura teatral que lo llevó a replantearse temas de masculinidad y perfil, y en la que estará presentándose hasta el 23 de febrero:

Primero que nada, ¿de qué va Kowlaski?
Trata sobre la primera vez que se conocen Tennessee Williams y Marlon Brando a finales de los 40 en la casa de playa de Tennessee. Es lo que pasó en ese momento. Sí pasó en la vida real. En ese momento estaban con la producción de A Streetcar Named Desire para Broadway, apenas estaban haciendo el casting y el director de la obra Elia Kazan conoció a Marlon Brando y le dijo, lánzate a casa de Tennessee Williams y le dio veinte dólares para que se fuera en autobús a Provincetown y le cayó de sorpresa. El otro ni sabía y así se conocieron (ríe).
Suena absolutamente a algo que haría Marlon Brando. ¿Pero la idea de convertir este encuentro en obra es porque fue una reunión donde hubo tensión o qué fue?
Realmente no sabemos que pasó en la vida real, cuando ellos hablaban del tema lo tocaban por súper encimita, nada más que se conocieron y que hubo click, y de ahí se quedó con el papel. La obra es ficción, es de la imaginación del autor, Gregg Ostrin, y lo que pudo haber pasado en ese momento.
¿Y tú eres?
Pancho. El amante mexicano de Tennessee Williams. De la vida real. Yo no tenía idea de esto. ¡Era mexicano!
Yo veía las fotos y por tu caracterización, que es muy similar a la de Marlon Brando como Kowalski, pensaba que tú lo estabas interpretando, ¿pero entonces lo que la obra nos quiere decir es que Pancho inspiró de algún modo a Marlon Brando?
¡Sí, mucho! Pancho influyó muchísimo en el personaje de Kowalski. Era un reflejo de su relación con Tennessee Williams, muy apasionada pero muy tóxica. Y él era muy violento. El alma de la fiesta, pero muy violento.
Y tú sí que eres el alma de la fiesta, pero nada violento, ¿cómo ha sido meterte a esos zapatos?
Cuando me quedé del personaje en los ensayos me empecé a poner súper nervioso. De entrada, ya sabes, el auto-sabotaje que te quiere hundir, pero además yo pensando, es mi primera obra de texto en Nueva York, no he hecho una desde Bright Ideas en México, que además era comedia fársica, y esos demonios me decían, a lo mejor no te vas a ver tan masculino, o no te va a salir lo violento. Y hablando con Colin Hanlon, el director, y agarrando confianza con todos lo fuimos encontrando.
Yo pensaba mucho en el tema de la masculinidad y todo lo que representó en la carrera de Brando tras haber hecho este papel, y al final fue como… pero Pancho era gay, ¿qué importa? Puede ser cualquiera, sólo es violento, es sacar lo peor de uno pero en general. Cuando empecé a investigar de él no encontré nada que no estuviera relacionado con Tennessee, pero en una biografía que leí había un capítulo muy choncho sobre Pancho, estuvo bueno, y sí, tuvo muchos momentos de arranques que incluso terminaron siendo parte de A Streetcar. En la obra hay una escena en la que Kowalski empieza a reventar unos focos y en la vida real pasó que alguna vez Pancho llegó borracho a la casa, Tennessee Williams no le abría la puerta, y él podía ver que estaba despierto porque estaba prendida la luz en la recámara. Terminó entrando de alguna manera, tan enojado, que empezó a romper todos los focos para que no pudiera leer.

Una fichita Pancho. Pero lo que me parece interesante es que de algún modo en su tiempo, Tennessee Williams no pudo escribir abiertamente sobre temas queer, lo acababa metiendo escondido o como subtexto en todos lados, y ahora hay una obra queer sobre él tantos años después.
¡Sí! Es cierto. Y hacía justo eso. Él siempre de algún modo era el personaje femenino en sus obras. Él era su propia inspiración. Pero a mí se me hizo súper interesante, que en realidad él era abiertamente gay en su vida sexual, y tenía mil amantes y hablaba de ellos por todos lados. Se me hace muy adelantado a su época.
Háblame de la gente con la que estás trabajando en Kowalski.
El director es Colin Hanlon, va empezando como director, hace poco hizo una producción de Spelling Bee, y ha actuado muchísimo. Ha hecho mucho teatro musical. Fue Fiyero en el tour de Wicked, mil cosas.
Brandon Flynn es Marlon Brando, Robin Lord Taylor es Tennessee Williams, Alison Cimmet es Margo, que Margo era una de las mejores amigas de Tennessee Williams, y era una gran productora y directora de teatro. Texana. Estamos hablando de los 40’s, donde no era común que una mujer triunfara como ella en ese negocio. Y Ellie Ricker es la novia de Marlon Brando, y es el único personaje completamente ficticio.
Quisiera saber cómo llegaste a esta primera obra de texto Off-Broadway.
Audicionando tal cual. Me fui a formar como Juan por su casa. El año pasado me hice parte del Actor’s Equity y eso te facilita mucho el proceso de audiciones. Desde ese momento empecé a ir a todo lo que podía, entre eso esta obra. Y cuando vi que había un personaje mexicano…literalmente eso fue lo que me hizo ir. Dije, si no me van a contratar para otros personajes porque son blancos, ¡éste es mío! Les traigo el pasaporte si quieren (ríe).
Y qué padre que el rol de un mexicano se vaya a un mexicano, pero al mismo tiempo, esperemos que en un futuro esos perfiles se puedan abrir para que no sea forzosamente al latino se le dan personajes de latino.
Totalmente. Y ésa es la meta. Pero ahora desafortunadamente hay mucho de eso en la industria. Y en general para todo mundo. Uno piensa que su pelea es la más dura y todos están pasando por lo mismo.
¿Y previo a Kowalski lo último que hiciste fue la gira de On Your Feet?
En verano estuve en el taller de un nuevo musical que se llama Parrots at the Pagoda, fue producido por una mancuerna de teatros latinos, que siempre trabajan juntos que se llama Teatro Pregones, está en el Bronx, y el teatro hermano que se llama PRTT, Puerto Rican Traveling Theatre. Y el año pasado se hizo el taller, y terminando Kowalski vuelvo a iniciar ensayos con ellos para la segunda puesta ahora en Manhattan, en el teatro PRTT.
¡Qué increíble!
Sí, estoy emocionado.
Pues muchas felicidades, y mucha mierda.
Si tienen oportunidad de ir a ver a Sebastián Treviño en «Kowalski» aquí les dejamos la liga para comprar boletos.