Con Nombres de Combate Martín López Brie crea un trabajo súper personal a partir de entrevistas a sus papás y tíos, que se transforman en obra documental sobre los horrores de las dictaduras en Argentina en el siglo XX de las que sus familiares lograron escapar apenitas para encontrar refugio en México.
Nombres de Combate refiere a alter egos que los disidentes de las dictaduras en Argentina se ponían para mantenerse en el anónimato y no poner en peligro sus vidas y las de sus seres queridos. Los papás de Martín López Brie (director y dramaturgo), ambos tuvieron nombres de combate, ambos se involucraron con la izquierda de su país, y ambos tuvieron peligrosos encuentros con la autoridad en sus veintes.
La obra que se presenta a manera de documental en Foro La Gruta utiliza a cuatro enormes actores: Paloma Woolrich, Arturo Reyes, José Carriedo y Sofía Beatriz López para recrear a manera de narración los testimoniales que los papás y tíos de López Brie le ofrecieron al dramaturgo para transformarlos en un relato casi periodístico.
Acompañado por imágenes proyectadas de la época, niñez y brutalidad de la tiranía de Argentina, cada uno de los personajes cuenta su historia, una que los lleva por caminos muy distintos, pero que los une en un mismo miedo y necesidad por ver a su país sano y salvo. Sus ganas de luchar de manera idealista y los horrores que vivieron rodeados de muerte y exilio.
Los cuatro actores se turnan el foco para ir hilando sus historias, comenzando por sus infancias, para pasar por impetuosas adolescencias y años de estudio, opresivos veintes y peligrosas huidas. Mientras los papás de Martín cuentan la forma en la que se conocieron de manera tierna y juntos se rebelaron contra la situación política de su país, su tío se aleja de la familia haciendo vida y teatro en Europa, donde no está del todo a salvo de la crueldad de la soledad, el hambre y el peligro de levantar la voz, y su tía, más pequeña que todos permanece atrás de manera más recluida, ayudando desde las sombras, especialmente con el nacimiento de Martín López Brie, al que le tocó llegar en pleno escape de Argentina.
Nombres de Combate no es una obra lúgubre. Pese a lo denso de su trama, en realidad la narrativa está llena de ilusión, pasión y ternura. Todos en la familia se convierten en personajes adorables cuyas historias resultan más inspiradoras que melancólicas. Y la obra es bella y potente sin necesidad de caer en ningún tipo de amarillismo.
Se siente personal y sencilla. Nombres de Combate se sostiene en las actuaciones de cuatro gigantes que hacen del relato documental una verdadera experiencia muy completa, y pese a que la historia de Argentina y Bolivia pueda sentirse no tan familiar (yo, de hecho confieso saber poco de la era Perón y los conflictos alrededor de seis distintos golpes de Estado por los que pasó el país), la narración es tan cautivante y emotiva que los detalles precisos históricos y políticos dejan de importar, porque lo realmente relevante es lo que le sucede y sucederá a estos cuatro personajes que son el motor y motivo de lo entrañable del documento.
Nombres de Combate se presenta Martes y Míercoles en el Foro La Gruta del Helénico.