¿Habías oído hablar del Hays Code en Hollywood? Una serie de reglamentos moraliños que censuró las películas del 34 al 68.
¿Alguna vez te has preguntado por qué las parejas casadas en series y películas de antaño duermen en camas separadas? Hays Code.
Y ahí estamos quejándonos de que en China censuran todo y no los dejan estrenar ni la mitad de las películas que salen de Hollywood y que sí llegan a México. Bueno, si hubiéramos vivido de los 30’s a los 60’s nos hubiera tocado el pico de la era del Hays Code, y las cosas en Hollywood en esos tiempos eran manejadas por un reglamente francamente puritano y moraliño que les impedía filmar hasta lo más básico del amor, la atracción y el lenguaje con libertad.
Un besito que durara demasiado tiempo, una profanidad o grosería dicha en voz alta, un diálogo que hiciera alución al sexo. Todo prohibido por el Hays Code. Y si tú ves las películas que estrenaron de 1934 a 1968 te darás cuenta que los directores y guionistas daban vueltas y malabares para poder contar sus historias evitando el Hays Code, que no sólo los censuraba, pero les impedía llegar a salas comerciales.
Llamado así por William H. Hayes, Presidente de la MPPDA, Motion Picture Producers and Distributors of America, «el Hays Code era un reglamente auto-impuesto por la industria para todas las películas y series que fueran lanzadas entre 1934 y 1968. El código prohibia lo profano, la desnudez (aunque fuera sugerida), la violencia gráfica o realista, la seducción sexual, el uso de bebidas alcohólicas injusticadas en escena, y la violación, entre otras muchas cosas. Tenía reglas que afectaban el uso del crimen, vestuarios, coreografías, religión, sentimiento nacional y moralidad. Y de acuerdo al código, incluso dentro de los límites del amor puro o el amor realista- ciertos hechos seguían malmirados como fuera de los límites de lo presentable». Co-escrito, además, por un sacerdote católico.
Y ustedes creyendo que Estados Unidos era la tierra de la libertad.
Fue precisamente en esta época donde personajes como Betty Boop, que era conocida por su sensualidad y cortos atuendos de pinup girl, se transformó de pronto en una ama de casa muy tapadita y recatada.
Misma época en la en I Love Lucy se les prohibió usar la palabra «embarazo» cuando el personaje de Lucy se embarazó en la serie, de modo que los guionistas tenían que recurrir a mencionar constantemente el «estamos esperando», pero nunca nada que pudiera ser más explícito y sugerir que Lucy y Ricky hubieran tenido relaciones sexuales. Ese bebé llegó ahí por gracia de dios.
La película The Outlaw estuvo enlatada por dos años luego de haber sido filmada, y rechazada de los cines, porque mostraba una escena en la que Jane Russell usaba un escote demasiado provocativo. No fue sino hasta que el director, Howard Hughes, cortó 30 segundos de la escena, que le permitieron estrenar su película, que encima de todo, fue un súper éxito taquillero.
En It Happened One Night, los personajes de Clark Gable y Claudette Colbert quedan atrapados en una misma habitación de un motel. ¡Escándalo! Así que para no tener problemas con el Hays Code, colgaron una sábana entra ambos personajes de modo que no se pudieran ver ni en pijama.
En Gone With The Wind fue difícil filmar la escena del parto porque en el Hays Code se menciona explícitamente, «Escenas de parto gráficas o en silueta no deben ser presentadas». Y en Gone With The Wind de algún modo se salieron con la suya porque la escena es filmada a través de sombras. Y no fue en lo único en lo que se salieron con la suya. La famosa línea «Frankly, my dear, I don’t give a damn», logró quedarse y filmarse con censura pese a que la palabra «damn» era considerada profana, pero se les permitió porque el diálogo existe tal cual en la novela y la idea era mantener la adaptación lo más cercana al libro que se pudiera.
Nota: ¿Cuánto le generan las heroínas a Hollywood en taquilla?
¿Otro que se pasó el Hays Code por el arco del triunfo? El mismísimo Alfred Hitchcock, quien logró una escena gráfica de violencia y tomas de desnudos parciales con la muerte de Marion Crane (Janet Leigh) en la secuencia de la regadera. Y vaya que provocó polémica en los 60. No sólo por eso, pero además por la representación de un villano como Norman Bates, que al disfrazarse de su madre, muestra aspectos queer que en esa era estaban prohibidísimos.
Cualquier representación de personajes o actos homosexuales eran repelidos por el Hays Code. Tanto así que la directora Dorothy Arzner, abiertamente lesbiana, perdió su carrera en Hollywood luego de estrenar películas como The Wild Party o Dance Girl, consideradas demasiado feministas para la época, justo cuando Joseph Breen fue electo el nuevo administrador, quien, para que entiendan mejor la referencia, era básicamente el Dolores Umbridge (Harry Potter) de Hollywood de aquellos tiempos.
«Creo que con el Hays Code una de las cosas que la industria asumió era que su audiencia eran sólo hombres blancos y heterosexuales», explican en ACMI, «Hacían cosas que fueran a llamar la atención de esta audiencia, en realidad. Todo lo que pudiera cuestionar la sexualidad de la mujer, o la orientación sexual de las mujeres y los hombres, lo que querían era regresar a los valores traficionales. Y mucho tenía que ver con que Estados Unidos venía saliendo de la era de la Depresión, saliendo de la Primera Guerra Mundial, así que había esta sensación de necesidad de regresar al conservadurismo».
Curiosamente fue un cortometraje italiano el que cambió la historia. The Miracle de Roberto Rossellini, en el que una joven es alcoholizada y posteriormente violada por un hombre cualquiera, que ella cree es un Santo que la llevará al Cielo, y acaba embarazada. Es decir, todo lo que no se debía hacer con una película en ese momento, pero The Miracle estrenó en el Festival de Venecia en 1948 y eventualmente llegó a Estados Unidos, donde fue prohibida en 1951 en Nueva York por ser considerada «sacrílega».
Burstyn, el distribuidor del cortometraje llevó su caso a la Suprema Corte, que en ese entonces consideraba las películas como ·»simplemente un negocio», vaya, como una hamburguesa o una caja de medicinas; pero con The Miracle, las cosas cambiaron y la Suprema Corte favoreció a Burstyn, y alegó en contra de la censura, «No se puede dudar que las películas son un significante medio de comunicación de ideas. Su importancia como órgano de la opinión pública no se aminora por el hecho de que son creadas para entretener e informar».
Y a pesar de que el Hays Code permaneció en vigencia hasta el 68, fue en 1952 que se proclamó inconstitucional. Más de diez años pasaron para que los cines dejaran de censurar y prohibir películas de acuerdo al reglamento de la MPAA, pero en el 68 se vieron obligados a cambiar sus estatutos con el estreno de películas como Who’s Afraid of Virginia Woolf?, Blow Up y Bonnie and Clyde, que los dejaron por completo fuera del zeitgeist.
Y ahora ya lo saben. ¿Por qué todos parecen hablar como Flanders en las películas de aquellas décadas? La respuesta siempre va a ser el Hays Code.