Un festín queer, El Amarillo Sol De Tus Cabellos Largos denuncia las violencias a la comunidad LGBTQ a partir de las mentiras que nos compramos y mantenemos vivas de manera nociva y anacrónica sobre el género y la sexualidad, en una farsa que pareciera toda una fiesta de modismos y extravagancias que cuando menos te lo esperas está vomitando dolencias desde lugares muy oscuros.

El Amarillo Sol De Tus Cabellos Largos es una puesta inteligente, primero que nada. Parece tener muy claro qué es, qué la hace diferente, y cómo levantar la voz desde la comedia y la irreverencia, sin perder foco en que aquello que se presenta grandilocuente e hilarante tiene un trasfondo real muy grave y violento que aqueja a muchos estratos de la sociedad en temas LGBTQ y, en general, estereotipos brutos de género.

El Amarillo Sol De Tus Cabellos Largos

Nadie en El Amarillo Sol De Tus Cabellos Largos pareciera tener un rostro. Un oscurecimiento de facciones y rasgos ya sea predominantemente masculinos o femeninos, que Andalucía (directora) borra con máscaras lisas, como erradicando las nociones primarias del género. Caras que pudieran ser las de cualquier persona cuya identidad podemos sólo inferir por lo que traen puesto… si acaso, porque como la obra deja muy claro, a veces también nos vestimos para los demás por estrategia o miedo a mostrarnos tal cual somos.

El Amarillo Sol De Tus Cabellos Largos

Para nadie es más cierto esto último que para Alma, un travesti (básicamente una mera convención de palabras quizá en nombre de la comedia, pero la idea alrededor de «travesti» es más cercana a «trans») a quien le es arrebatado su hijo por su propia familia, cruel y conservadora, que busca «rescatar» al niño de las garras de lo anormal, empezando una batalla legal que obliga a Alma a empezar a disfrazarse del hombre que ya no es para poder tener oportunidad de pelea, mientras sus amigas travestis libran sus propias batallas contra el repudio, el estereotipo y la violencia, una lesbiana embarazada hace lo posible por pasar por su novia heternormada, y una policía fascista la busca por doquier en nombre del deber ser.

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El montaje se vive como una farsa enorme. Una coreografía de movimientos estrambóticos que pareciera querernos decir que aquello que estamos viendo está muy fuera de la realidad, pero conforme avanza la trama es muy claro que el juego es una burla de percepciones. La feminidad, la masculinidad, lo queer, lo amanerado, lo vulgar, lo refinado, es una danza inspirada por las exageraciones -demonizaciones- que la sociedad adopta alrededor de temas que en realidad desconoce. La ignorancia retratada con manierismos pintorescos que encima sí, resulta inicialmente hilarante.

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Pero El Amarillo Sol De Tus Cabellos Largos nos quiere decir que así se percibe a la comunidad LGBTQ allá afuera. Con lo ridículo, lo teatral, lo incomprensible y absurdo que para un sector conservador resulta tan difícil de entender… o francamente «curiosito». Y cuestiona a la Iglesia a partir de unas monjitas que se niegan a que una travesti de clases en su escuela, a la opinión pública que requiera de normatividad para poder generar opiniones favorables de las personas, primeramente movidas por prejuicios, al sistema legal, la representación mediática, y el mismo resquemor dentro de la comunidad que les lleva a recluirse, auto-invisibilizarse, o a francamente rogar por la aceptación de quien claramente no tiene interés alguno en verles como iguales.

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Carla Zúñiga (dramaturga chilena) no se detiene ahí, y suma a la denuncia otras varias relacionadas directamente con la mujer: la percepción de no tener la misma capacidad para realizar todo tipo de labores que un hombre, las violaciones correctivas, el silencio o franca negación de una familia ante un tema de abuso sexual, y la absoluta paranoia de una sociedad que sintiéndose invadida por «travestis» se obsesiona con los genitales del de enfrente para poner en duda si eso que se les presenta de un género a la vista, pudiera estarles maquiavélicamente engañando, y pasando. El terror de un MAGA, pues.

El Amarillo Sol De Tus Cabellos Largos

Y es ahí donde quizás El Amarillo Sol De Tus Cabellos Largos se pisa sus propios talones. Teniendo un discurso tan bien armado, una personalidad tan habitada por sus actuantes y directora, un humor ácido y perspicaz que no puede sino llenarte de llagas la lengua mientras estás riendo, de pronto se olvida que el mensaje es más poderoso cuando es más directo y contundente. Y a momentos se permite diluirlo en unas comprensibles ganas de querer aprovechar el espacio para manifestar todo aquello que está mal con la visión hacia el género y sus tontísimas y dañinas falacias. Repito, comprensible, no por eso menos editable.

El Amarillo Sol De Tus Cabellos Largos

Visualmente hay algo bellamente grotesco en esta idea del maniquí emperifollado. Y Sergio Mirón brilla en un diseño de vestuario que hace de estas repugnantes criaturas ante la mirada social, bellísimas efigies ataviadas de pasarela que incluso en sus momentos más fúnebres encuentran en aquello que traen puesto una última visión de dolor y violencia representada en tela. Un recordatorio de lo mucho que la expresión de género nos construye, no sólo ante los demás, no sólo por lo que pintamos en nuestras máscaras y mostramos ya curado, pero ante nosotres mismes que encontramos en el reflejo del espejo las columnas de nuestra identidad.

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El diseño de escenografía e iluminación de Heidi Sofía Lamadrid, elegante en blancos y negros (un general de colorimetría para la obra) que libera la visión de lo queer como algo de menor categoría para darle clase, la misma que la de la respetada Señora del Pedregal, junto a un personaje incapaz de decir la letra «U» después de haber pasado por un castigo tras intentar manifestarse contra el sistema, fracasar y quedar quebrada, terminan por darle estatura a una puesta que parece tenerlo todo: ingenio, humor, constancia, precisión y un final que no te permite salir de la sala sin haber sido descolocado y recordado de las realidades que a veces parecieran superadas o lejanas. Y que no. Ahí estamos donde muchas personas siguen creyendo que gay, drag, travesti, trans y otras muchísimas palabrejas, les suenan a la misma enfermedad.

El Amarillo Sol De Tus Cabellos Largos se presenta lunes, martes y miércoles a las 8pm en Foro la Gruta del Helénico.