Deadpool 2 – Review

Deadpool regresa con una segunda parte mucho más sangrienta y divertida; pero irónicamente esa diversión es justo lo que puede jugarle en contra a algunos fanáticos mucho más puristas.

Ryan Reynolds se ha sabido mover muy bien para promocionar Deadpool, tan es así que la primera parte rompió récord mundial en taquilla para una cinta clasificación solo para adultos y felizmente la segunda parte ya rompió ese mismo récord impuesto por la primera. Es casi imposible que no hayas visto a Deadpool en alguna entrevista o promocional divertido; mientras un Logan destila seriedad y profundidad, Deadpool hace uso de su irreverente comedia  para adultos, misma que funciona muy bien con todos aquellos que amamos la violencia.

Tras los eventos sucedidos en la entrega anterior, el mercenario demuestra que ha madurado de cierta manera. Todavía sigue matando gente para ganar dinero y ¡vaya de qué forma! Sangre y cabezas rodando de manera deliciosa, pero si en algo ha cambiado es que ahora sí le interesa eliminar solo a los malvados.

La cinta está plagada de cameos -hay uno en particular que ocasiona que toda la sala aplauda de emoción– referencias y chistes, tanto a las mismas propiedades de Marvel como de Disney y otras más que pertenecen a la cultura popular. ¿Pero qué sería de Deadpool sin ese sarcasmo? Al igual que en la primera, en ésta, la cuarta pared se rompe de manera constante, provocando momentos de comedia perfectamente bien manejada, que (si somos honestos) podrían resultar excesivos para el público que busca una verdadera «película de superhéroes». Pero nada de qué preocuparse.

Ryan Reynolds, como siempre, hace un trabajo espectacular al interpretar al protagonista. Una mezcla de sarcasmo, agilidad y explosión que sólo él es capaz de manejar, pero ahora se le agrega la vulnerabilidad cancerígena, lo que cual es aire fresco para un personaje indestructible.

Otra que se lleva la película es Zazie Beetz, quien hace un excelente trabajo como Domino. Recordemos que este personaje tiene el «superpoder» de la suerte y por tal vive eternamente despreocupada, bueno todo esto lo emula la actriz de la mejor manera. Y la dinámica entre ambos actores fluye de una forma muy natural y esa es la gran sorpresa de la película. ¿Sería demasiado pedir que le den su propia película?

Josh Brolin –sí, el mismo que interpreta a Thanos– también es una elección de lo más acertada para dar vida a Cable –mitad hombre, mitad cyborg que viene del futuro con un propósito que se ve interrumpido por Deadpool. Su diseño es realista y detallado, y los encuentros que sostienen este par son de lo mejor de la narrativa: escenas cómicas, tensas, irreverentes y extrañas, pero siempre sobresalientes.

El resto del X-Force se conforma por un grupo de inadaptados sociales a quienes les falta más tiempo en pantalla para explotar su divertida dinámica. Y de todos ellos es Peter (Rob Delaney) el que se roba una que otra escena como ese personaje random que quiere unirse al grupo de superhéroes, pero repito, le faltó tiempo en pantalla para terminarse de cocer.

Las secuencias de pelea roban el aliento. Explosiones, sangre, cuerpos, armas y balas inundan la pantalla con una coreografía que deleita la pupila, todo gracias al experimentado director que nos trajo John Wick y su hiperviolencia. Como un detalle interesante, fíjense por ahí en la firma del director: los headshots.

Por cierto, les recomiendo quedarse hasta que acaben los créditos, créanme cuando les digo que las mejores escenas que tiene esa cinta aparecen en ese momento. Muchas (y una en particular) les robarán una franca carcajada.