El caótico detrás del telón de I Love Romeo & Julieta

Manolo Caro está re-compartiendo el documental que evidencia lo fabuloso y desastroso que fue su montaje musical de Romeo y Julieta de 2012.

Si viste la obra musical I Love Romeo & Julieta de 2012 en el Voilá sabrás que fue protagonizada por Alan Estrada y Eiza González, que fue musicalizada con canciones del Buki, Juan Gabriel, Joan Sebastian y demás, que era más Cabaret que Teatro Isabelino, y seguramente también sabrás… que no fue el éxito que quizá Manolo Caro esperaba en su momento.

Cuatro años después del estreno de Mentiras, Manolo Caro con el apoyo de Federica Quijano en la producción y Chucho Cassab en la dirección vocal, decidió estrenar su propio musical de rocola, con el que pretendía transformar la shakespearana Romeo y Julieta a un espectáculo pop, de lo más… Moulin Rouge!, por decir de algún modo.

Éste marcaría el primer musical de Manolo Caro, que en teatro más bien conocimos por obras de texto como Un, Dos, Tres Por Mí y Por Todos Mis Amores o No Sé Si Cortarme Las Venas O Dejármelas Largas, y uno que, como evidencia el documental «La Fabulosa y Patética Historia de un montaje llamado I Love Romeo & Julieta», le acabó sacando canas verdes al director.

El documental resulta de lo más interesante porque expone todo, desde el proceso de casting en el que aparecen musicaleros como Diego Medel, Rodrigo Massa, Eugenio Bartilotti, Gerogina Levin y Carmen Sarahí (y Pepe Valdés de Desafora2, no se lo pierdan), hasta todo el proceso de producción, ensayos y finalmente el no tan mágico estreno.

El mismo Alan Estrada sale aceptando que el montaje fue «caótico», pero muy amoroso por la armoniosa compañía que lo conformaba, y Eugenio Bartilotti en algún momento se queja de lo incoherente de las coreografías, entre otras muchas cosas, que incluyen el despido de uno de los actores a un mes del estreno.

Y ahora, dicho documental dirigido por el mismo Manolo Caro y Rodrigo Mendoza, que estrenó originalmente en 2014 y hasta pasó por festivales de cine como el de Guadalajara, está siendo compartido por su productor, Óscar Uriel, para el disfrute de todo teatrero curioso en esta contingencia.

Como dice el slogan, «Hay obras que merecen ser recordadas para siempre… ésta no es una de ellas», pero el documental vale mucho la pena.

Se los dejamos acá: