Luego de su estreno en Venecia, la crítica está alabando First Man y se dice que seguro va a acabar en el Oscar, pero no falta el gringo clavado que ya la sintió poco nacionalista.
Hagan una buena película y dejen que los gringos encontruen la manera de destruirla por el más mínimo detalle. En el caso de First Man, la nueva colaboración entre Ryan Gosling y Damian Chazelle es el hecho de que en ningúuuun momento hay una escena de Neil Armstrong clavando la bandera de Estados Unidos en la luna. Real.
First Man cuenta la historia dramatizada de un Neil Armstrong preparándose para viajar a la Luna y dejando a su familia sola y con el incertidumbre de quizá no volverlo a ver aquí en la Tierra. Más allá de la hazaña, la nueva película de Damian Chazelle (La La Land) se enfoca en el lado humano de la historia, en cómo este acontecimiento afectó al héroe y a quiénes lo rodeaban.
Puedes ver lo que la crítica ha dicho de First Man aquí.
First Man no pretende ser una oda al americanismo exacerbado ni al poderío de Estados Unidos sobre los rusos o cualquier otro país del mundo, pal caso. De modo que la escena en la que Neil Armstrong (Ryan Gosling) llega finalmente a la Luna no incluye el clásico momento «un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad» en el que el astronauta clava la bandera estrellada en un cráter. La bandera sí aparece, sólo ya está enterrada y en ningún momento se ve a Ryan Gosling tomándola. Y eso, para muchos gringos, fue una franca ofensa.
Las redes sociales se llenaron de comentarios llamando a First Man una película «anti patriótica», «anti americana», el editor de una revista incluso fue tan lejos como para catalogarla como «una tonta y dañina falsificación de la historia», mientras el senador Marco Rubio la nombró «una absoluta ridiculez».
Ay los gringos…
Al respecto, Ryan Gosling ha comentado: «Creo que esto fue recordado, al final del día, como un logro humano y así fue como decidimos verlo. También creo que Neil era extremadamente humilde, como muchos otros astronautas, y una y otra vez desvió la atención de él mismo hacia las 400,000 mil personas que hicieron la misión posible».
Los mismos hijos de Neil Armstrong, Rick y Mark, que son, al final, los que vendieron los derechos de la historia de su papá también defendieron el punto: «No creemos que esta película sea anti americana en absoluto. Al contrario. Pero no nos crean así como así, los alentamos a que todos vayan a ver esta increíble película y lo comprueben por ellos mismos».
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