El monólogo que se narra casi a manera de cuento tiene todos los elementos para hacerte sentir que estás habitando en esta fantasía sobre un cartero y los límites que está dispuesto a explorar para vivir una última aventura.
Dante Gaspar, Un Hombre En Aguas Peligrosas es un hermoso cuento lúdico que reta a tu imaginación a ver escenarios, objetos y personajes que únicamente se nos retratan, de una manera tan vívida y especial que te hace sentir parado en medio de un pueblo pesquero en la península de Yucatán, que al mismo tiempo podría ser una villa francamente de fantasía en cualquier otra dimensión que no es precisamente la nuestra.
Dante Gaspar (Goyo Carrillo) se presenta ante el público con una sonrisa absurdamente tierna que provoca que se le cierren los ojos para relatarnos su última aventura. Es el día que se jubila del servicio postal, un trabajo que, como cartero, lo ha llevado a conocer personajes de toda índole y color, y del cual está enternecedoramente enamorado. Dante tiene un plan. Una vez que termine su labor en el oficio, va a entregar todas aquellas cartas que se quedaron perdidas en el olvido sin remitente, y un cuaderno, una libreta negra que no ha querido abrir por respeto, pero que mantiene guardada como un tesoro y por la cual está dispuesto a ir a los confines del mundo para devolverla a su dueño original.
Recolectando pistas, y conociendo a una serie de personajes ultra llamativos en el camino -también interpretados por el mismo Goyo de manera ceremoniosa que permite una transformación absoluta en mesero japonés, borracho de taberna y carnicero mala onda, entre otros- Dante se va acercando poco a poco al dueño del misterioso cuaderno, que una vez abierto, entre sus hojas habla sobre viajes en barco, persecutores hombres de gris y pescados gigantes.
Goyo Carrillo, como guionista y actor de la puesta, no sólo entreteje un cuento bello, emocionante y conmovedor que a momentos se siente como un cortito de Pixar y a otros como un spin off de Amélie, pero además se vuelve una figura que no quieres que te deje de hablar. El tipo de personaje que provoca querer decir «Lo amo», de manera honesta cada que simplemente se para sobre el escenario para sentarse en una motito imaginaria que se niega a encender. Dante Gaspar es bondadoso, aventurero, ingenuo y cariñoso. El tipo de personajes del que da gusto escuchar su historia.
La historia además se viste de manera esencial con la música, sonidos y percuciones de Miguel A. Cuevas que desde un rincón en la oscuridad va musicalizando y otorogando un diseño sonoro a la puesta que es el precisamente el ingrediente que te hace viajar con los ojos abiertos.
Mientras Dante Gaspar bate agua desde un espejo que tiene a los pies a izquierda y derecha, el público viaja dentro de un barco en un mar revoltoso y acompaña a este valiente cartero en una odisea digna de Ulises cuyo inesperado final cimbra los nervios del cuerpo y conmueve hasta la médula.
Sin duda una de las obras más especiales actualmente en cartelera que no te puedes perder en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque de jueves a domingo hasta el 4 de agosto.