Las cosas se voltean y ahora son los muertos los que celebran a los vivos en este octubre gracias a Día De Los Vivos, pero la cosa comienza a salirle mal a cuatro espíritus del más allá cuando su fiesta se convierte en buffete de bienvenida al momento en que descubren que todos sus invitados están recién fallecidos.
La obra familiar Día De Los Vivos trata de abordar las fiestas de los Muertos desde la perspectiva contraria. ¿Qué pasaría si fueran los muertos los que festejan a los vivos y no visceversa? Pero no logra avanzar mucho con su delgada trama cuando se topa con su primer vuelta de tuercas… tal vez no todos estén tan vivos como pensaban.
La fiesta, de la que son anfitriones cuatro espíritus del más allá, se convierte entonces en una burocrática bienvenida a los recién fallecidos para que se vayan adaptando al mundo de los muertos. Pero más allá de uno que otro chiste sobre el sinfin número de formas que tenemos los mexicanos para llamarle a la muerte, y de un par de canciones entretenidas, la obra en realidad no tiene mucho para dónde moverse.
Los anfitriones hacen lo posible por mantener a una audiencia entretenida, usando afiches, máscaras, marionetas e instrumentos que no son otra cosa más que un truco para ocultar que la trama no tiene en realidad mucho de creativa, y sí demasiado de ligera y delgada.
De modo que a pesar de que Día De Los Vivos es definitivamente una celebración a la creatividad del quehacer teatral (especialmente si estás sentado al centro del Teatro El Milagro, porque a los lados se alcanza a ver poco de lo presumen) no logra realmente involucrar a su audiencia dentro de lo que se debería de sentir como toda una fiesta, y la celebración no acaba siendo ni para los vivos, ni para los muertos, sólo para los estupefactos y casi moribundos.
Familiar e inventiva, Día De Los Vivos no deja de ser un gran intento para acercar a los más pequeños al tema de la muerte, y recordar que, cuando de anécdotas de fantasmas se trata, no hay realmente nada que temer… todo está peligrosamente planeado por los espíritus que, como los vivos, sólo quieren terminar un buen día de trabajo.
Día De Los Vivos se presenta los sábados y domingos a la 13:00 de la tarde en el Teatro El Milagro.