En respuesta a la caída en rating de la ceremonia del Oscar este año, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asegura que se debe a que ya no se tienen estrellas en el cine.
Donald Trump es todo menos una estrella -en eso todos podemos acordar. Sin embargo está dispuesto a señalar la falta de estrellato en la industria cinematográfica aprovechando que los Óscares tuvieron su premiación más baja en ratings el domingo pasado.
Es cierto, y contra eso no hay nada que podamos hacer. De acuerdo a Nielsen (la medición de rating en Estados Unidos) el Oscar cayó en audiencia un 19% por debajo de la del año pasado con sólo 26.5 millones de espectadores (que se escuchan como muchos, pero el Oscar estaba acostumbrado a muchos más).
También es cierto que el sistema Nielsen es un poco arcaíco y ni remotamente toma en cuenta a los espectadores que se están conectando por streaming o de manera digital -lo que implica que tal vez ni siquiera hubo una caída en rating, sólo que hay que actualizar nuestra forma de medición.
De cualquier manera, aprovechando la noticia el presidente Doland Trump se atrevió a twittear: «El Oscar con menos rating en la HISTORIA. El problema es que ya no tenemos estrellas -excepto su Presidente (es broma, por supuesto)».
Y nosotros así:
Por suerte el siempre ingenioso Jimmy Kimmel, quien condujo la ceremonia el domingo, también aprovechó twitter para contestar: «Gracias, Presidente con menos rating en la HISTORIA».
Touché, bitch.