Ya vimos Betrayal en Broadway y tenemos que decirte, probablemente la vas a ir a ver por Tom Hiddleston, pero la vas a salir amando por Charlie Cox.
El texto de Harold Pinter es uno interesante, pese a que gira en torno a un amorío de siete años, no es realmente la infidelidad a la que decide darle el foco, pero, como el nombre de la obra alude -Betrayal- es a la traición. La traición entre amigos provocada por la misma mujer de la que ambos están enamorados.
En algún momento de la obra, el personaje de Robert (Tim Hiddleston) le dice al de Emma (Zawe Ashton), «Lo quiero más a él que a ti», refiriéndose a Jerry (Charlie Cox), su mejor amigo de toda la vida del que se entera, ha mantenido un amorío con su esposa por años.
El cuento podrá ser uno que se ha contado desde siempre en diversas formas y con cientos de personajes, pero lo que hace única a Betrayal es que su trama va en reversa. La historia nos recibe en el instante en el que Emma y Robert deciden terminar con su matrimonio, dos años después de que su relación furtiva con Jerry también hubiera finalizado, cuando las cabezas están frías y todos los personajes tienen una visión más bien cínica de lo sucedido entre los tres. Que ahora ya es historia.
De ahí, la traición se empieza a desmenuzar a manera de viñetas que vamos observando como escaparates del final al inicio, terminando donde todo comienza, cuando Jerry, borracho en una fiesta, le confiesa sus sentimientos a una apesumbrada Emma.
Betrayal está lejos de ser un melodrama. Sobria y sofisticada con muchos toques de comedia, el texto de Harold Pinter jamás se molesta en retratar la absoluta aniquiliación de la confianza que pudiera conllevar una infidelidad, pero por el contrario, retrata la situación con mucha naturalidad, donde el secreto no carcome a nadie, la culpa rara vez se deja ver, y el perdón no es imposible de conseguir. Esta no es una historia sobre una pareja y un tercero en discordia, pero el relato de una franca relación de tres, donde de algún modo todos los involucrados han aceptado las reglas del juego, y de una forma u otra, se han resignado a vivir en paz con ello; levantando la pregunta, ¿es la familiaridad más relevante que las convenciones?
Por qué no te puedes perder Slave Play en Broadway.
El director, Jamie Lloyd, ejemplifica la manera en la que los tres están irremediablemente enlazados manteniendo a sus actores juntos todo el tiempo en escena, pese a que varias viñetas suceden únicamente entre dos de ellos. Alejando y acercando al tercer personaje a la acción, dependiendo de qué tan pesado es el fantasma que cargan en el inconsciente. Y a pesar de ser absolutamente minimalista en su estilo, el resultado es bello y contundente.
La obra quizá sea especialmente llamativa por su elenco. Tom Hiddleston se ha vuelto uno de los actores más populares de su generación después de realizar al impredecible Loki para el MCU, y Charlie Cox ha dejado también huella para Marvel como el calculado Daredevil. Y verlos a ambos en el poster es definitivamente razón suficiente para llamar la atención de cualquiera.
Tanto Hiddleston, como Cox y Ashton hacen un trabajo excepcional de formar este… no triángulo, pero círculo amoroso -representado también por el giratorio al centro del escenario donde los tres arman constantes figuras- con muchísima química entre ellos y momentos en los que se permiten brillar de manera generosa los unos con los otros; sin embargo, quizá la sorpresa más grande del montaje sea el mismo Charlie Cox.
Como Jerry tiene un personaje difícil de querer, después de todo es él el que conciente de que está metiendo la mano en el matrimonio de su mejor amigo, toma la decisión de dejarse ir sin filtros y hasta compra un departamento a las afueras de la ciudad donde mantener sus encuentros con Emma; sin embargo, Charlie Cox logra hacer de Jerry el personaje más agradable de la puesta: encantador, simpático, tierno y vulnerable, es el que se convierte finalmente en el corazón del montaje y al que es imposible quitarle la vista de encima.
Una verdadera revelación que alumbra a Cox como un imperdible de la cartelera.
Betrayal estará por tiempo limitado hasta el 8 de diciembre en el Bernard B. Jacobs Theatre. Si viajas esta temporada a Nueva York asegúrate de tenerla en tu lista de cosas por ver. Es imprescindible.
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