Preparando su primer concierto en el Lunario, platicamos con Natalia Sosa sobre lo que tiene preparado para el show, lo mucho que le gusta Mon Laferte y lo que le recomienda a los nuevos «Miserables».
Natalia Sosa es probablemente una de las actrices con mayor carrera en teatro musical en México. Lo ha hecho de todo, desde Mentiras hasta Shrek el Musical y, claro, pasando por Los Miserables (la primera puesta en México) donde estuvo realizando el aplaudido papel de Eponine -que ahora le tocará a Daiana Liparoti.
Mientras prepara su one-woman-show en El Lunario, el Aquelarre aprovechó para platicar con ella y preguntarle, antes que nada, qué tiene que decirle a la nueva generación de Les Mis, que ya mañana (jueves 22) estrenan oficialmente temporada en el Teatro Telcel.
«Cuando Los Miserables llegó a mi vida fue un gran compromiso y estoy segura que los de esta nueva generación lo están tomando de esta manera. Sé que también han cambiado la forma de interpretar las canciones, la colocación de voz va a ser muy diferente, en lo particular eso lo voy a extrañar de la puesta de hace 20 años, pero bueno, los tiempos van cambiando, el teatro está cambiando, la forma de contar historias va cambiando. Pero lo que les deseo es el éxito absoluto. Que abracen este proyecto con todo el amor y todo el compromiso y salgan a contar una historia siempre. Que no se guarden nada. Que canten cada frase con toda la pasión».
Y agregó sobre su tiempo cantando On My Own: «Fíjate que Los Miserables es una obra muy desgastante, porque desde el vestuario que es color gris, el escenario a media luz, eso te chupa muchísima energía y requiere de mucha fuerza, de mucha disciplina para cuidar la voz y el cuerpo para toda la temporada. Simplemente les deseo todo lo mejor y que cuiden con mucho cariño sus gargantas».
Este 7 de abril Natalia se estará presentando en el Lunario con un espectáculo que promete hacer un recorrido por su propia historia en tres etapas: la Natalia niña, la Natalia teatrera y la Natalia mujer. Un espectáculo que tendrá vestuario, luces, invitados especiales y en el que los fans podrán escuchar a Natalia cantar de todo, desde canciones de musicales hasta La Loca, que es una fan favorite después de su participación en La Voz México. La palabra que Natalia usa una y otra vez para describir este espectáculo es «emocional», y para demostrar que se lo está tomando muy en serio, va a meter a 11 músicos en el pequeño escenario del Lunario porque no podía hacer esto sin la orquesta de Pepe Zavala.
«Mis influencias han sido ochenteras cien por ciento. Crecí escuchando a grandes intérpretes desde Celia Cruz, Yuri, Lupita D’Alessio, Valeria Lynch, Ella Fitzgerald. A todas ellas las escuché. Y de alguna manera ellas me formaron como artista, escuchándolas, tratando de copiarlas, eso han sido mis influencias. Y es lo que he defendido en mi carrera», comenta sobre interpretar sus canciones, más allá de meramente cantarlas, que ha sido uno de los rasgos que le han definido como artista. «Yo extraño, cada vez que prendo la radio, escuchar estas grandes voces. Aplaudo cuando escucho a una Mon Laferte que tiene una propuesta tan opuesta a lo que siempre escuchamos, un estilo particular que la hace diferenciarse de tantas voces que escuchamos a diario en la radio».
Y sobre pararse en un escenario sin vestuario, sin caracterización simplemente como Natalia dice: «Obvio mi proceso de separarme del teatro ha sido encontrar mi propia voz. Alejarme del personaje y ser Natalia con este sonido que me identifica. Con estas notas largas y altas que aunque la vela esté a punto de reventar la sostengo con toda la emoción que he construido segundos antes. Creo que trabajar en eso, en encontrar mi propia voz me ha dado buenos resultados y por eso es que me atrevo ahora en El Lunario a defender esta nueva faceta como intérprete».