Aprovechamos los ensayos previos al estreno de Chicago para platicar con Esteban Provenzano, uno de los bailarines front and center en el musical de OCESA.
Es fácil reconocer a Esteban Provenzano cuando vas a ver Chicago. Es el bailarín a la izquierda de Bibi Gaytán en el número de All That Jazz, al que todo le sale fluido, el que tiene la postura perfecta y la comicidad necesaria para además realizar el track del jurado en el número del juicio y ser una de las personas más divertidas de esa escenita.
Aunque es originario de Argentina, donde comenzó su profesión en teatro musical, Esteban en realidad ya ha hecho toda una carrera en México en musicales como Hello, Dolly!, Billy Elliot, Verdad o Reto o Annie, y ahora lo puedes encontrar en el escenario del Teatro Telcel en Chicago, obra que, por cierto, no es la primera vez que hace.
Le robamos dos minutos para que nos contara cómo vive un él una puesta musical que es, en toda la extensión de la palabra, un montaje de ensamble donde la compañía entera dobletea como bailarines, cantantes, narradores, hosts y hasta personajes secundarios.
Creo que ésta es una obra de baile.
Sí.
Me gustaría que me contaras un poquito de qué implica para un bailarín hacer un musical como Chicago. Sobre el rigor.
Es la obra más difícil que hay. Tuve la oportunidad de hacerla en Argentina hace casi 10 años y es la obra más difícil. Hay que súper entrenar. El estilo no es nada común, parece fácil, pero manejamos un nivel de energía muy alto y hay que mantenerlo. Por eso hay que entrenar, alimentarte bien, además tienes que súper cantar porque no hay ensamble de cantantes y ensamble de bailarines, todos hacemos todo. Es un ensamble muy protagonista, de hecho casi no salimos de escena nunca.
¿Y por ejemplo cuál sería la diferencia para un bailarín entre hacer Chicago y hacer Billy Elliot?
El ensamble de Billy Elliot también baila mucho, pero la historia se centra en Billy; en Chicago está en manos del ensamble contar la historia, estamos casi desnudos, sin escenografía, es nosotros, nuestro talento y lo que se pueda (ríe).
¿Cuál es el número que más disfrutas?
All That Jazz es un clásico, es el sello de la obra y me emociona mucho. Hay muchos guiños chiquitos de coreografía que son padrísimos como el tap que es un número de soft shoe y está muy divertido.
¿Qué fue lo primero que pensaste cuando te dijeron que ibas a estar en Chicago?
Que cómo le iba a hacer porque ya la había hecho antes. Enfrentar esto con otra edad, otra situación en mi vida, si me hizo dudar si podría, sabía que iba a ser un reto, algo distinto, algo diferente a lo que ya hice. Me puse ansioso, pero también emocionadísimo.
Checa nuestro review de Chicago que se llevó un 95% en nuestro score!