Príncipe y Príncipe se llevó el Premio de la ACPT a Mejor Obra para Jóvenes Audiencias, y es la primera en su estilo en lograr trepar ese peldaño.
Estamos viviendo un nuevo mundo, teatreros, y qué gusto poder decirlo.
El día de ayer se celebraron los Premios de la ACPT a lo mejor del teatro en México en 2018, y uno de los premios que resultó más relevante fue la victoria de Príncipe y Príncipe en la categoría de Mejor Obra para Jóvenes Audiencias.
¿Por qué?
La obra con temática LGBT+ va dirigida a toda la familia y el mensaje al centro de todo para los niños espectadores no es la tolerancia, pero la absoluta normalización que no requiere de tolerancia alguna. Y eso se siente como un mensaje que en 2019 tendríamos que estar promoviendo como paso evolutivo al entendimiento de la diversidad, y la manera en que Príncipe y Príncipe lo logra de manera orgánica es francamente brillante.
En la obra, una Reina de un cuento de fantasía está harta de sus labores reales y busca por sobre todas las cosas conseguirle una esposa a su hijo el Príncipe para que él pueda tomar la corona; pero conforma las princesas se presentan para conocerlo, el Príncipe se va decepcionado de lo poco que conecta con ellas….hasta que conoce al Príncipe Azul, un pretendiente inesperado del que se enamora a primera vista y con quien decide compartir su futuro en un pestañear.
La trama, que en otros lados hubiera requerido de una explicación y un proceso de aceptación por parte de los otros personajes, pasa desapercibida y se transforma en una celebración del amor como en cualquier otro cuento de hadas heteronormado.
Y, sí, para estándares mexicanos, ese pequeño detalle es enormemente innovador y revolucionario.
Ahora, que encima de todo, esta historia sea premiada como Mejor Obra para Jóvenes Audiencias, compitiendo contra otras mucho menos controversiales, y tras haber pasado por un proceso de pelea -por ejemplo- en Querétaro donde los padres de familia se quejaron del montaje y buscaron que se prohibiera en el estado, es un paso hacia el pensamiento moderno que estamos buscando, y que aunque en muchas esferas aún no se está viviendo, son pequeños pasos como éstos los que llevan a una transformación que eventualmente se sienta verdadera.
Cada día más cerca del vivieron felices para siempre que se merece todo mundo. Gracias, Príncipe y Príncipe.