Aunque su escena de full frontal es la que está haciendo ruido en redes, Jesse Williams en Take Me Out es mucho más que eso.
Vamos a poner antes que nada una cosa en claro. Antes de entrar a Take Me Out en Broadway te dan unas cajitas para guardar tu celular lo que impide que lo puedas usar durante la función. Esto lo hicieron porque Jesse Williams (Grey’s Anatomy) tiene un desnudo full frontal y la producción pretendía proteger su privacidad (probablemente a petición del mismo actor).
De cualquier forma, alguien consiguió grabar el momento y subirlo sin el consentimiento de Jesse Williams a redes, lo que sí, implica una absoluta violación, y tristemente hay varios teatreros haciendo uso inapropiado de esas imágenes y popularizando una agresión hacia el actor, que explícitamente la producción trató de evitar a toda costa.
La realidad es que a partir de ayer, el video se viralizó convirtiendo a Jesse Williams en tendencia en Twitter; pero Take Me Out, su obra nominada al Tony en Nueva York, tiene otras muchas cosas de las cuáles podríamos estar hablando por encima, no sólo de una escena que requiere absoluto contexto para ser entendida por encima del desnudo, pero del cuerpo del actor, cosa que en pleno 2022, ya deberíamos de saber que no puede ser tema de conversación, opinión o comedia.
La obra, estrenada originalmente Off Broadway hace precisamente 20 años, en 2002, gira en torno a temas de homofobia, racismo y machismo tóxico. Y eso es lo que la hace importante. Toda sucede dentro de los vestidores de un equipo de baseball, razón por la cual el ensamble es completamente masculino, y la trama recae en los hombros de Darren Lemming (el personaje de Jesse Williams), quien toma la decisión de salir del clóset como gay, cosa que provoca incomodidad entre sus compañeros de equipo que comparten vestidores con él.
O sea que sí, ese arco narrativo en Love Victor, temporada 2, tiene cierta inspiración en Take Me Out. Las cosas se complican para Darren y el resto del equipo, cuando un compañero de ellos, en una entrevista televisada expresa que se siente incómodo teniendo a gente negra en el equipo y viéndose obligado a bañarse al lado de un «maricón». De ahí la escena que se está compartiendo en redes sin contexto o razón de su importancia en la obra.
Take Me Out fue escrita por el dramaturgo ganador del Tony, Richard Greenberg, quien se caracteriza por ser disruptivo de una forma ingeniosa, mismo que alguna vez adapto Breakfast at Tiffany’s para teatro, que con este texto, toca una vena muy particular para el gringo: el preciado baseball -el deporte «más americano»- y la forma en la que el atleta tiene normalizada un cierto tipo de masculinidad canónica que inevitablemente reprime a grupos marginados. Aquí en México quizá la podríamos entender mejor si la transportamos al fútbol soccer.
La obra en su paso original por Broadway ya se llevó el Tony a Mejor Obra, además de darle otros a su director, Joe Mantello y a Denis O’Hare como actor, quien interpretaba el papel que ahora hace Jesse Tyler Ferguson; este año, Take Me Out vuelve a estar nominada, ahora como Revival, y sí, además de tener una candidatura para Ferguson, tiene otra más como Actor Principal para Jesse Williams.
Lo que significa que el próximo 12 de junio, aquél que conocimos como Dr. Avery en Grey’s Anatomy podría ser reconocido por los Tonys con un personque queer y mixed race, que si han estado poniendo atención a las nominaciones de este año, es un tema que le está resultando particularmente importante a los Tony considerar, cosa que se ve reflejada en las muchas otras nominaciones a obras como A Strange Loop, Paradise Square o For colored girls who have considered suicide.
De todo eso podemos estar hablando cuando nos referimos a Take Me Out y a Jesse Williams. La posibilidad de hacer historia, y la visibilización que está dando a una problemática de machismo en los deportes que al día de hoy sigue resultando perturbantemente vigente.
¿Ya la vieron? Cuéntenos qué opinaron de ella: