Alan Estrada, Vince Miranda, Salvador Suárez y Jannette Chao ya están tallereando un nuevo musical original que promete ser de amor y mil por ciento mexicano.
No es la primera vez que se intenta, pero probablemente sí con el rigor que Alan Estrada ha decidido llevar a la mesa. La creación de un nuevo musical, no una importación de Broadway, pero un trabajo mexicano que pretende colocarse en la misma legandaria vitrina como Mentiras o Si Nos Dejan, y esta vez no será copia de nada.
«Si tratamos de hacer una historia mexicana pero que parezca gringa, ahí se pierde, estamos tratando de hacerlo algo muy local, anécdotas muy nuestras, y estoy seguro que eso permitirá que viaje mucho mejor este texto y estas canciones. Mil por ciento mexicano», nos cuenta Salvador Suárez quien junto al mismo Alan Estrada está trabajando en el libreto de la puesta.
«Lo padre de esto es que todos estamos muy abiertos a escuchar al otro, nunca tenemos un no por delante, es un sí, vamos a probarlo, y hasta que no lo probamos y no lo escuchamos, entonces tomamos decisiones lo más objetivas posible», dice Vince Miranda, quien a su vez está trabajando en el score musical al lado de Jannette Chao y sí, nuevamente Alan Estrada. Esta vez no va a ser un musical de rocola, como tantos de los originales de este país, esta vez tendremos música nueva.
El musical aún sin nombre, ni mucho menos un elenco definido, sale de la cabeza de Alan y es él el que se encarga de reunir a su equipo de creativos con la finalidad de realizar un nuevo musical. » ¿Por qué un musical? Ya lo verán cuando conozcan la historia porque es importante eso. Pero creo que también porque no hay muchos musicales mexicanos a los que se les esté dando el peso, el trabajo y el rigor con el que Alan decidió trabajarlo», acepta Salvador.
Como tantos antes que éste, el nuevo musical tratará del amor, pero no desde el punto de vista ingenuo, infantil y romántico, pero desde la cimentación del amor como se vive en el día, con sus altas y bajas y momentos poco idealizados. » Creemos que el amor es la fuerza que mueve al mundo, si no es que al universo también, esa es la creencia que tenemos los cuatro. Estamos contando una historia de amor, pero no desde la dramatización, o la novela o la comedia, sino desde un punto muy real del amor como sucede en la vida: a veces duele, a veces emociona, a veces te hace sentir lo más bello, pero las cosas suceden y son como son, y lo que nosotros intentamos aquí es ver el amor como lo que es sin llevarlo a ese drama a lo que estamos acostumbrados», explica Vince.
Para todo el equipo esta será la primera vez que hagan algo tan ambicioso como un musical propio. Alan, Jannette y Vince han sido parte de elencos importantes, entre ellos, los tres, de Hoy No Me Puedo Levantar, y Salvador, por su parte ha empezado a hacer sus pininos con su propia productora de cine. Pero lo que sí comparten todos es el amor al teatro, para Salvador con obras que lo han inspirado como Dear Evan Hansen o El Amor de las Luciérnagas de Ricaño, para Vince Miranda las más alternativas Hadestown o Once.
«Es muy divertido, esa es la palabra precisa», cuenta Vince sobre el reto que están tomando por primera vez entre los cuatro. «Trabajar con Jannette Chao y con Alan Estrada que son dos artistas súper apasionados, súper llenos de energía y con ideas muy claras se convierte en una cosa muy divertida. También es un reto porque hay que estar negociando constantemente».
«Somos un grupo de confianza, Janette, Vince, Alan son artistas increíbles, y los cuatro confiamos mucho en nuestra palabra. Yo puedo opinar sobre una canción, aunque no soy músico, y mi palabra se toma en cuenta. Lo mismo si alguien tiene un comentario sobre lo que sea, somos una mesa abierta muy padre», agrega Salvador Suárez.
Aunque llevan más de un año trabajándolo, el musical está lejos de estrenar, pero el equipo creativo no tiene prisa de nada. Ya han realizado un primer taller que les sirvió para corregir el libreto y modificar canciones y ahora lo que esperan es poder hacer un segundo taller que los lleve a perfeccionarlo aún más.
«Viene la parte en la que dices, me gusta porque es mi bebé, pero también tienes que ser objetivo: “Esto no nos ayuda a contar la historia, esto es muy redundante”, irte dando cuenta de cositas que creías que funcionaban y que a la mera hora no aportan tanto, entonces viene una segunda parte que es bien complicada que es recortar, reescribir, quitar canciones, escribir nuevas canciones. Ahorita vamos en el draft, no sé si octavo o noveno. De lo que hicimos a principios de año a lo que tenemos hoy ya es otra cosa», recuerda Vince y Salvador concluye: «Ir modificando sobre la marcha por el bien de la obra. Estar en función de que sea un gran musical».