Si eres fan de los docu-realities a la MTV y te interesa ver el proceso detrás de la transformación de un cantante en una estrella, entonces tienes que ver Westside en Netflix.
Westside no es el típico talent show al que estamos acostumbrados. Esta nueva serie de Netflix es más como una mezcla de serie documental y reallity show, debido a que cada uno de los nueve participantes dan acceso a las cámaras a su vida y a partir de ahí van contando su historia de lucha en el mundo de la música, pero tiene muy su parte musical porque nos van intercalando videoclips de cada uno de ellos.
Dentro de los nueve participantes hay toda una variedad de diversas y exóticas personalidades. Entre ellas se encuentra una de las finalistas de American Idol, Pia Toscano (temporada 6, la misma que ganó Jordin Sparks), y una cantante de origen mexicano, Taz Zavala, junto con otros grandes jóvenes músicos.
Es importante decir que está serie de Netflix maneja el clásico formato «a la Kardashians», donde no hay un guión per se y todo pasa por auténtico, aunque bien sabemos que los unscripted sí tienen una escaleta planeada por la producción. Los cantantes se presentan al desnudo -emocionalmente hablando- y parte de lo que hace atractivo el reality es que no se sienten falsos o fingidos. Cada integrante deja ver sus miedos, defectos y problemas más profundos, como el alcoholismo, violencia intrafamiliar y baja autoestima, en el caso de algunos.
De lo que resulta más atractivo (especialmente si eres fan de la música) es que mucho del show se centra en el proceso creativo de estos personajes que nos muestran desde que escriben una canción, tomando como base los traumas de la vida, hasta el trabajo en equipo que conlleva el poder producirla, sin dejar de lado si individualidad como artistas. Eso y que se la pasan cantando, claro, y eso siempre será un plus.
Después de todo lo anterior te preguntarás: ¿cuál es el propósito de hacer otro reality musical? ¿a dónde quieren llegar? La respuesta es muy simple. Los nueve participantes están preparando un show para poder mostrarlo a inversionistas y que el espectáculo pueda llegar a presentarse en el 1 Oak, uno de los clubs más exclusivo de L.A.
Vale la pena ver está serie por la gran cantidad de talento en bruto -claramente visible desde un inicio por parte de Netflix, ya que haber juntado a todos estos talento es en sí el verdadero talento-, el drama que explota formando un vínculo muy especial entre el espectador y el cast, y por ser algo innovador en la industria de la televisión a lo que ni Ryan Seacrest se había acercado. La producción es increíble y solo resta decir que Netflix ha vuelto a acertar.
¿La verías?